Desde su planteamiento artístico el “...proyecta la luz del mismo interior del mural y hace de ella una fuerza cinética, que hace referencia a aquellas obras creadas para producir la impresión o ilusión de movimiento, que atrapa la atención dentro de un racionalismo geométrico y homogéneo, conjugada en base a la matemática que pone orden decimal, representado por el valor PI (3,1415…)” (1)

En este mural se puede apreciar la intención de carácter didáctico de su creador como artista y docente de matemáticas que conjuga en esta obra un interesante planteamiento en la representación del número Pi.  En la parte superior se encuentra el código de relación entre número y color, empezando por 0= negro, 1= violeta, 2=rojo, 3=naranja, 4=amarillo, 5=verde, 6=celeste, 7=azul, 8=gris, 9=blanco; seguido de la representación simbólica del número Pi y la ecuación con la que se obtiene este número irracional e infinito, que es el resultado del cociente entre la longitud de la circunferencia y la longitud de su diámetro, que da como resultado  3.1415926535…, que  es una constante matemática y “el número más importante de la geometría” (Artacho, 2014).

La técnica en que se realizó la obra es cerámica vidriada en color, donde cada baldosa de cerámica es de   x   cm que representa a cada color (50 x 177), sumando un total de 8.850 piezas que representan cifras decimales.

Referencias: 

1. Direccion General de Relaciones Interinstitucionales y Escuela de Arte y Diseño. (2009). PINTURA MURAL, ESCULTURA Y VITRALES. Loja: Editorial Universitaria.